La obra versa sobre la propia experiencia de la autora en el ámbito de la custodia compartida, un testimonio real y meditado que se abre paso entre el marasmo de información, leyes, sentencias, manuales e informes psicológicos que se han publicado sobre esta forma de custodia.
Silvia Laforet ha recibido diversos premios de relato corto, como el Premio Carmen Conde de Relato, y ha sido finalista en el Premio Ana María Matute publicado por la editorial Torremozas.