Los artículos de nuestro blog

En septiembre de 2006 se constituyó la Sociedad Española de Psicología Jurídica y Forense (SEPJF) con la finalidad estatutaria de:

- Promover y difundir la investigación científica entre científicos, docentes, profesionales, operadores jurídicos y sociedad.

- Promover prácticas adecuadas en Psicología Jurídica y Forense.

- Contribuir a la producción de conocimiento, a la difusión y a la utilización de las contribuciones científicas.

- Aportar ayuda técnica a los psicólogos jurídicos y forenses así como a los operadores jurídicos.

- Fomentar el avance de científico y el desarrollo tecnológico propios de la disciplina.

- Promover una reflexión permanente sobre la evolución de los procedimientos relativos a la Psicología Jurídica y Forense.

El I Congreso científico de la SEPJF tuvo lugar en Santiago de Compostela y, desde entonces, los congresos anuales han sido organizados en distintas Comunidades del territorio nacional: Así, desde entonces hasta la fecha, han tenido lugar:

I

Como siempre he dicho, y no me cansaré de repetir, estoy de acuerdo prácticamente en todas las reflexiones. Custodia Compartida sí, pero, y es un gran y excluyente "pero", siempre que sea lo mejor para el o los menores, siempre que ambos padres sean competentes para ello, siempre que los dos progenitores deseen ejercer de padres, siempre que ambos tengan el tiempo que los menores necesitan. Para ello, evitemos las posturas radicales, no se trata de decidir entre Custodia Compartida sí o Custodia Compartida no. Se trata de evaluar cada entorno familiar, y tomar la decisión más favorable para los menores, y para el vínculo que tienen con sus padres. Para ello, por favor, recuerden que existe la figura del psicólogo forense, y no sólo la del Juez y la del Fiscal.

Los psicólogos forenses somos imparciales, y somos expertos en la evaluación de todos aquellos aspectos que han de tenerse en cuenta a la hora de tomar una decisión tan importante como la de atribuir o no una custodia

Ángeles custodios y angelitos custodiados> Mario Santana*

A mediados de junio pasado, el ministro de Justicia, Ruiz-Gallardón, encargó a la Comisión de Codificación una reforma del Código Civil. Este organismo es el encargado de redactar los borradores que luego se convertirán en ley, si merecen el beneplácito del Congreso. De ahí la importancia de votar a un partido u a otro en las elecciones. La reforma en cuestión consiste en retocar el artículo 92 del Código Civil (CC), en la parte que regula la guarda y custodia de los niños en casos de divorcio. Es decir, el progenitor que se quedará al cuidado de los menores. La reforma viene impulsada, todo hay que decirlo, por una propuesta de doña Rosa Díez, líder de UPyD. Se trata, en definitiva de que la custodia compartida sea el régimen normal, y que la atribución solo al padre o a la madre sea lo excepcional. Es un asunto muy llevado y traído últimamente. Se ve que tiene gancho electoral.

Cuando el divorcio es de mutuo acuerdo no hay

Ser testigo o víctima de violencia puede provocar un trastorno a largo plazo en el sueño de un niño y mientras más severa es la violencia, mayor es el impacto sobre el sueño. Así lo revela un estudio presentado en la reunión anual de las Associated Professional Sleep Societies, en Boston.

Investigadores evaluaron el sueño de 46 niños de 8 a 16 años en Cleveland que estaban inscritos en un programa de servicios sociales para niños expuestos a la violencia. Se recolectaron datos durante siete días, y se llevó a cabo un seguimiento de los niños tres meses más tarde.

Aunque hace mucho se ha relacionado los problemas del sueño como el insomnio y las pesadillas con la exposición a la violencia, este estudio halló que aspectos específicos de la violencia tienen efectos distintos sobre el sueño de los niños.

Por ejemplo, los niños que son víctimas de violencia tienden a dormir menos y peor que los que vieron un acto violento pero no fueron victimizados.

Habitualmente, cuando pensamos en los profesionales implicados en los casos de violencia de género, pensamos en abogados, psicólogos forenses, jueces ... incluso testigos, pero raramente pensamos en el primer eslabón, los primeros que reciben la denuncia de maltrato: la Policía.

Es fundamental que el o la policía que acude a atender una denuncia por violencia de género tenga la suficiente empatía como para que la víctima se sienta comprendida, tratar de minimizar su sentimiento de vergüenza, culpa, etc. De estas primeras sensaciones puede depender, en parte, que la víctima siga adelante con el proceso o que retire la denuncia por miedo (a consecuencias, a sentirse cuestionada...).

Huelga decir que nos estamos refiriendo a los casos donde la denuncia tiene una base, no a aquellas que se cursan como estrategia judicial con fines ocultos ...

En Valencia, el proyecto HERA (http://hera.adapting.com/adaptingContenidos/muestrausuario.asp?accADespl...) trabaja en la formación y las buenas